Arriesgado Rápido Jinete 6
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No, aquel asunto que yo tenía para conversar. Leticia, yo quería conversar contigo. ¡Vamos, chicas! No, es que yo quería saber algo de corazón, ¿sabes? Si está todo bien y cómo te va con la ayuda profesional. Lo estoy apreciando con moderación. ¿Quieres su teléfono? Ya tengo un teléfono, gracias. Te doy su número privado. Yo no tendría el coraje para hacerlo. No sé. Nunca digas nunca. Lucrecia, mira juegos que yo siempre pensé que si hay una que tiene coraje, esa eres tú. ¡¿Yo?! Sí, con esa carita de santa. ¿Y qué problema hay? Es un hombre para jugar, un hombre joven. Un profesional. Eso es bueno. Un profesional es bueno. Me gusta eso. Me gusta. Entonces te voy a pasar el número. No quiero, muchas gracias. ¡Chicas, nos perdemos la broma, que acá no se oye! No dejes para mañana lo que puedes hacer ahora. ¿Qué es eso? ¿De un comercial de gigolós? Es como los imanes de heladeras. Como esas cositas que pegas en la Hazlo ahora mientras tengas salud. ¿Le gustaría bailar una pieza? ¡Qué sorpresa! Tomen. Guárdenme el teléfono. Lo mantendremos seguro. He estado viviendo Fortaleza, desde hace un tiempo. Usted habla bien bajito. ¿Está aquí de visita? Vine a pasar unos meses con mi hija. Ella vive aquí, así que aquí estoy. ¿Y su esposa? Bueno, soy viudo. Desde hace cinco años. Yo también soy viuda. Sí. ¿Hace cuánto tiempo? años. ¿Has estado alguna vez en el Club das Pás? Es bueno, es muy bueno. ¿Estoy exagerando? No. Tengo una cirugía. ¿De mamas? De mamas. Eres maravillosa. Pero tengo que llevarte a tu casa. Tomaré un taxi. No, no, insisto. Te llevo a casa. Gracias. ¡Buenas noches! Ve. Estoy aquí todo el día y sé de qué hablo, doña Clara. Estás intentando darme miedo. Es bueno tener un poquito de miedo, ¿no es así? Estoy diciendo eso pero a mí tampoco me gusta mucho eso del miedo. Creo que ya hay miedo suficiente. Pero en mi profesión tengo que vivir con eso. ¿Cuántas veces mis colegas y yo juegos hemos tenido que salvar a gente que no tiene miedo? ¿O que se olvidaron de tener miedo? Doña Clara, mire discretamente a mi derecha. Está llegando un muchacho en bicicleta. Dame una pista, color de ropa juegos Playera gris, pantaloncito negro. Es traficante. ¿Vende hierba? Dicen que de la buena, pero solo la vende a chicos ricos. Bicicleta cara, todo blanquito. Los lunes y jueves está aquí por la mañana. Los viernes viene de tarde. ¿Y tú colaboras con la policía? No. Aquí estamos muy expuestos. En esta playa hay de todo. Él atiende detrás del kiosco. Doña Clara. Buen día. Daniel. ¿Daniel? Hijo de Jorge, que era vecino de usted. Hola, Daniel, ¿cómo estás? ¿Todo bien contigo? ¿Y Jorge? Papá falleció hace ya dos años. Disculpa, no sabía. Mi pésame. Gracias. Pasaba por aquí, la vi y decidí pasar juegos para resolver aquel asunto sobre el apartamento. Hay mucha gente perjudicada, doña Clara. Papá mismo negoció la reconstrucción hace seis años, falleció y aun nada. No entiendo. Sí que entiende. Usted no es estúpida. Todo el mundo se mudó de ahí menos usted. Si usted lo piensa bien se dará cuenta de que está siendo egoísta. Daniel, te conozco desde niño.
