Mad Camionero 4: La Última Búsqueda Aventuras

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Que raro, Jane. Estuve aquí hace años. Y ahora lo veo por primera vez. Jane, cariño. ¿Terminará pronto? ¿La guerra? Pronto, Jane. Todos volveremos a Albemarle y lo reconstruiremos de nuevo. No solo Albemarle, niña. Una nueva tierra. Una tierra prometedora. Donde, como dice Tom Jefferson, los hombres puedan ser libres. Para eso nacemos y morimos. Es lo que debemos conservar. Y nuestros hijos. Y sus hijos. Para que esta gran tierra nuestra siempre esté en paz y seguridad. Sí. Por lo tanto, no soy su amiga en absoluto. Sólo un maniquí viviente, para completar la loca simetría de padrinos y damas. Tal vez seas una de sus mejores amigas, pero… la historia que mencionaste antes evitó que te invitara cuando la “ dama no iba a poder serlo debido al accidente. Le dio– Le dio ala novia valor para reavivar su valiosa amistad. No. ¿No? No lo creo. Nunca fuimos íntimas, ni cuando nos veíamos. Durante dos semanas, casi fuimos amigas. Creo. Pero no he hablado con ella. Ni con ninguno de ellos, realmente, desde hace diez años. Por eso una chica linda como tú está aquí parada, sola. Algunos de ellos eran mis amigos, pero ya no lo son. Me cansa el juego de «ponerse al día». Entrecierran los ojos ligeramente al tratar de recordar quién soy. Y la interminable repetición de lo que he estado haciendo y con quién. Al terminar mi discurso preparado asiento con la mirada vacía mientras ellos recitan el suyo. Ya veo. Eran amigos de mi ex esposo. No míos. Entonces, ¿por qué estás aquí’? Eso me pregunté cuando me estaba subiendo al avión. Sólo se me ocurrieron dos razones, no muy buenas. ¿Cuáles eran? Curiosidad. Y… quizás porque sabía que no debía hacerlo. Algo me dice que causas dificultades. Y tal vez porque tenía suficientes millas para viajar gratis. Esas son tres razones. Atención, todas las mujeres solteras. Susie va a lanzar el ramo. Vayamos afuera. Ah… qué tierno. ¿No vas a salir’? No soy soltera. Dijiste «exesposo». Sí, eso dije. ¿Te volviste a casar’? Sí. Hace años. Es solo un anillo de oro, redondo. Las mujeres casadas no pueden ser damas de honor.