Super Aplastar Palacio

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Iba por ahí montada en un con un tipo que vendía vestidos. Y vendía mucho. Diez, doce, veinte… en un día. Por la tarde estaba muerta. Me daba diez mil liras al día. Era demasiado para mí. ¿Era un tipo simpático? Bastante. Inagotable. Acabada la jornada siempre quería ir a comer, bailar, pero yo estaba cansada. Sólo una vez fui con él. ¿Y qué pasó? Nunca me acosté con él, si es eso lo que quieres saber. Lo has pensado. ¿Verdad? Eh, pues sí, lo he pensado. Será que empiezo a ablandarme. Nunca he estado en tu casa, ¿por qué no me llevas? Puedes venir cuando quieras. Hoy es lunes, descanso. ¿Nos vemos luego? ¿Quieres las llaves? No, por favor. Tendría mucho miedo de perderlas. Hasta luego. Hasta luego. Buenas tardes. Hola. ¿No te gusta? No lo sé, he venido a tu casa para verte a ti, no a ella. Mía es un forma de decirlo, la ha decorado mi ex, todo está a su gusto. ¿Qué harías si yo no estuviera aquí? Estaría en mi estudio. ¿Dónde está? Allí. Estás guapísima. ¿Y aquéllas fotos, para qué son? Son mujeres, como puedes ver. ¿Para una película? Sí, estoy buscando una cara. ¿Cómo la quieres? Si lo supiera. Guapa, ¿eh? Esa puede valer, tiene los ojos muy vivos. Son dos terroristas. Dos vidas coherentes. Sí. Sí, porque en un contexto como el vuestro, uno siempre tiene que demostrar su virilidad… su coraje… es como la vida misma, no puede nacer de una relación violenta. Piensa, que aquella chica ha abandonado a su marido por divergencias ideológicas. Se marchó un buen día dejando un hijo y se fue con ese tipo. Y con el marido se reencontró en los periódicos. ¿También el marido está en prisión? Sí. Qué novelón. Los dos tienen lo mismo en común. Ideología, fanatismo, clandestinidad, riesgo, por fuerza estaban bien juntos. Y cuando dos tienen una relación normal, empiezan los problemas. ¿Nos vamos al cine o al teatro? Sí. ¿Esto qué es? Lo han traído esta tarde, son para una señorita… Entiendo, entiendo… Parecen para un funeral. ¿Dónde las dejo? Déselas a Romolo. ¿Pero qué hago con ellas, perdone? Mire, déselas al señor que vive en la planta baja, verá como se pone contento.